

De los conflictos a una estrategia de gobernanza comunitaria, una propuesta para abordar la adaptación al cambio climático
La cuenca del Lago de Tota, ha sido escenario a través de su historia de conflictos socioambientales que tienen como centro lo que se piensa, cómo se decide y cómo se usan sus aguas, de allí que en la formulación del proyecto AICCA, se consideró la necesidad de abordar los conflictos, como elemento que afecta la capacidad de adaptación de las comunidades locales frente a las condiciones de cambio y variabilidad climática. En las tensiones generadas entre las visiones contrapuestas sobre una problemática o un conjunto de situaciones, de la siguiente manera:
1. Concepción del Lago como objeto de explotación frente a concepción del Lago como ser vivo, sujeto de derechos. Este conflicto tiene que ver con la forma de pensamiento, pasando del entendimiento del lago como espacio sagrado y ser vivo (madre) desde el mundo Muisca, a la concepción de la naturaleza como “objeto” supeditada a los seres humanos para su explotación.
2. Uso del agua frente a preservación de servicios ambientales de la cuenca del Lago de Tota. Este conflicto involucra la divergencia entre los usos del agua para consumo humano y para diferentes actividades productivas (agricultura, piscicultura, turismo) dentro del área y fuera del área de la cuenca y la conservación de los atributos ambientales de la misma.
3. Gobernanza frente a ausencia de gobernanza. El proceso histórico analizado deja ver cómo la toma de decisiones unilaterales o desde intereses particulares y el incumplimiento de normas establecidas por las mismas autoridades ambientales y territoriales y desde las comunidades y empresas, genera unas difíciles condiciones de Gobernanza.
Frente al último conflicto el proyecto planteó una hoja de ruta de gobernanza comunitaria, como una serie de pasos para fortalecer la toma de decisión frente a la gestión de la Adaptación. Esta propuesta se trabajó entre octubre de 2020 y febrero de 2021, con la implementación de Semilleros de Investigación Comunitaria, de los que surgieron 8 grupos que después se conformaron como Comunidades de Conocimiento alrededor de temáticas que localmente se consideran fundamentales para la adaptación: aprendizajes que aporta la ancestralidad, relaciones de género, educación ambiental, el análisis de las condiciones de gobernanza en el territorio, la vulnerabilidad socioambiental, los procesos productivos que se desarrollan en el área, las propuestas de turismo sostenible y el uso de energías alternativas. Cada uno de estos grupos formuló un perfil del proyecto, que parte de una pregunta de investigación y define una ruta metodológica para responder a la pregunta planteada. Esta estrategia garantiza el diálogo social que puede conducir a negociar los conflictos, promoviendo el acceso a la información, el fortalecimiento de capacidades para el análisis, el cuestionamiento, la argumentación y la construcción conjunta de estrategias para la toma de decisión, a partir de la validación de saberes y potencialidades propios y la integración de visiones distintas.
Como resultado se ejecutaron las 8 líneas de investigación impulsadas por líderes comunitarios, con afinidad temática. Durante cada ruta de investigación se plantearon alcances puntales y se contó con la participación de diversos actores. Una vez finalizado el proceso, lo líderes se encuentran impulsando la formulación de un proyecto, con apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que contemple la continuación con todas las rutas metodologías. Se espera que con este insumo se postule estas iniciativas a fondos nacionales o internaciones. En paralelo, se han emprendido algunas actividades como un curso de agroecología y la difusión de material audiovisual para promover esta iniciativa.