

Eco Arañitas – Tejedoras Ambientales
AICCA Bolivia realizó un ciclo de capacitaciones (entre el 8 y 29 de noviembre del 2021) sobre la gestión adecuada de residuos domiciliarios, haciendo énfasis en la reducción, reciclaje y reutilización de residuos sólidos. Los talleres se llevaron a cabo en el Distrito 14 del municipio de Cochabamba e incentivaron a las mujeres a unirse, convirtiéndolas en agentes multiplicadoras de cambio a través de diversas iniciativas que les aporten independencia y recursos adicionales.
Pero esta historia comenzó algunos meses atrás, cuando varias organizaciones sociales que viven a orillas del río Maylanco participaron activamente en la limpieza y recuperación de las franjas de seguridad con el fin de proteger sus fuentes de agua, optimizar el aspecto de su entorno y mejorar la calidad de vida de sus familias.
Este activismo social permitió identificar a un grupo de mujeres (uno de los sectores más vulnerables a los impactos del cambio climático), algunas organizadas y otras iniciando el camino hacia la organización, quienes a pesar de encontrarse en situación de riesgo por violencia de género e intrafamiliar, encontraron en la congregación la manera de fortalecerse y abrirse espacios de participación.
La limpieza y recuperación de las franjas de seguridad del río Maylanco fue lo que impulsó el interés para recibir capacitación en la separación adecuada de sus residuos sólidos domiciliarios, desde identificar materia orgánica de inorgánica, los reutilizables, los que se pueden acopiar para entregarlos a empresas recicladoras, cómo ser consumidoras consientes para lograr generar cada vez menos residuos, entre otras cosas. A partir de estos aprendizajes se les motivó a ver más allá de los residuos sólidos, identificando entre estos, elementos potencialmente útiles como materia prima, para reutilizarlos y transformarlos.
Fue así como con el apoyo de AICCA, se identificó y capacitó a un grupo de 23 mujeres emprendedoras ambientales que se organizaron para aprender a transformar las bolsas plásticas en hilo para tejer tapetes, sombreros, carteras y bisutería, entre otros. Así mismo, con la ropa en desuso confeccionar carteras y bolsos. Ahora en sus manos, estos residuos sólidos pasaron de ser “basura” a ser productos artesanales con gran valor, que las empodera, les abre espacios de participación y poco a poco las hace económicamente independientes.